martes, 3 de junio de 2008

Mitologías II


II
El Cosmos era muy extenso pero no infinito. Su piel era como de vidrio, una fina capa que dejaba ver lo que estaba más allá. Otros universos con otras reglas y otros dioses. Incontables, infinitos. Sin embargo, no había comunicación real entre los mundos, así que Cosmos tenía que arreglárselas con la materia y la energía que yacían en su propia esencia. Primero creó una bola de zafiro en el centro de su cuerpo, en su corazón. Esa bola escupió con el tiempo otras bolas que devinieron en estrellas-dioses, y el universo, entonces, fue una entidad cerrada en donde cuatro fuerzas fundamentales (reacciones químicas del cuerpo de Cosmos) mantuvieron la cohesión del orden.


V
Pangea. El primer continente ocupaba la mayor parte de la Tierra. Limitaba al norte con el océano Bor, una extensión de agua que progresivamente se iba helando hasta convertirse en gigantes de hielo que dormían hacia el extremo boreal, donde el Sol no se atreve a llegar. Al sur meditaba otro mar, más amplio, dominado por otro continente más pequeño pero igual de imponente: la Antártida, región gélida y de montañas de fuego, habitada por seres oscuros y complejos, los Morlocks. Lo demás, salvo algunas islas, era reino de los dioses azules del océano, una pradera donde se perdían los primeros intentos del hombre por conocer el planeta.
En el centro de Pangea, había una tierra de desiertos; allí estaba la montaña Otris, que era de cristal y de cedro y de oro y de marfil, donde habitaban los dioses terrestres, los responsables de la salud del planeta.

VI

Dos árboles hermosos en medio de un jardín. Un dios menor meditaba rodeado de los vientos del lugar que le acariciaban las neuronas. En un momento, el dios del destino, Hagenn, tomó los ojos del pensador y los tiró sobre los árboles, que esperaban. Cada ojo se instaló en un tronco, como una mariposa en descanso. Fuerzas increíbles se sucedieron, entonces, como un milagro inexplicable, una tormenta pacífica. Y así, los árboles se transformaron en dos seres, desnudos y hermosos: un hombre y una mujer. Ann y Her, los padres del género humano. El dios menor saludó su ceguera con una sonrisa de vino.


XVI
Y Caos fue desterrado.
El exilio fue ominoso,
Su odio lo mantuvo
Como un ojo despierto.
Cosmos tuvo hijos,
Hijos divinos y demonios
Y seres de cuerpos imperfectos,
Y bestias con sabor a plomo;
Las estrellas y los cuerpos de acero,
Los gases apretados,
Los orgasmos de las supernovas,
Los mares de ceniza y el odio
De las almas,
Atmósferas de plata,
Ríos y mares de oro,
Lugares vedados donde el vino fluye,
Santuarios orgullosos con ofrendas en lágrimas.
Una guerra para los poemas del hombre,
Poemas para las guerras del hombre.
Así sus hijos
Se adueñaron de su cuerpo,
Sus hijos fueron su cuerpo…

(Cosmogonía Vidal, canto I)

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Tolkien te daría la mano.Muy bueno...
Freddy...

josé javier dijo...

me encanta el mundo que nos cuentas y cómo lo cuentas. Pudo ser así, claro que sí. J.J.

El gordo sombra dijo...

Quiero entrar a esos lugares vedados donde el vino fluye...
por el momento disfruto emborrachandome con tus palabras.

Anónimo dijo...

Muy buen laburo, no esperaba encontrar algo parecido entre tantos blogs.

¡Me sorprendiste! Espero que sigas asi

Sabrina Konz dijo...

El árbol de la vida, el árbol del bien y del mal... Pangea...

"El dios menor saludó su ceguera con una sonrisa de vino"

Es hermoso.

El Titán dijo...

Gracias a todos...y aclaro que había un comentario más, lo publiqué pero no aparecio.Pido disculpas por eso, hay veces que la tegnología es insufrible...
Hubiesemos seguido en el Eden chupando la sidra del árbol certero...
Repito:gracias a todos...

Ygriega dijo...

Titán, una sola cosa (miles en realidad): QUÉ ESPERÁS??
YA TENDRÍAS KE ESTAR PUBLICANDOOO!!!!

(sí, me salió un comentario un tanto gritón, pero muy realista)
abrazo azul!

Unknown dijo...

Amigo, tienes un espacio original e interesante. Hace algún tiempo visitaste mi blog y te lo agradezco ahora. Tardé días sin pasar por aquí debido al trabajo, pero voy a intentar venir más a menudo en adelante. Un abrazo, amigo,
V.

Eli dijo...

Bellísimas la imágenes y el acompañamiento de la música lo hace todo aún más especial. Espectacular!!!

Anónimo dijo...

Hola Titán. En realidad, es un honor para mí poder leerlos. Sos un hechicero de las letras.

Gracias por permitirme ser copiloto junto a todos tus lectores del viaje alucinante que nos proponés.

Tu universo mitológico y atemporal invita a quedarse, a recorrerlo, sentirlo, respirarlo...

Manco Cretino dijo...

¡clap - clap - clap - clap - clap!
Tendría que estar dando clases, licenciado; principalmente de geografía mitológica. O mitología geográfica, ud. elige.

El Titán dijo...

Gracias, Don Manco! Y yo en el secundario me llevaba Geografía...
Lastima que no hubiera mitos en la Tierra...

Humanoide dijo...

Aguante peter gabriel

El Titán dijo...

Totalmente!
Y Emerson,
Y Ian Anderson
Y Ion Anderson
Y todos esos monstruos...

Sonidos (hay mucho para escuchar)

Paraiso Perdido

Paraiso Perdido