viernes, 6 de abril de 2012

Caos delicioso VII



Y el tipo que toma y que se sangra de ebriedad se conecta con los fueros internos del caos. Y el caos, que quiere volver porque su cama está demasiado bien hecha y él solo desea un lecho de barro y de supernovas congeladas, de huesos licuados y morsas de miel, se cuela por las hendijas de la mamúa y se torna el señor feudal de esa porción del tiempo donde el orden tiene vergüenza y decide ir hacia otros planetas, a controlar la naturaleza de los átomos rebeldes.

martes, 28 de febrero de 2012

Microcosmos XIII




I
Los microcosmos pelean mucho pero, por suerte, las supercuerdas los contienen.

II
Pisar a fondo la garganta de Dios: eso debe ser el paraíso para los demonios.

III
Einstein fue un mito tejido por una Penélope enamorada de los átomos.

IV
Los números odian con todo el alma a las letras. Es lógico: desean ser imperfectos.

V
Me transformé en una cucaracha pero gracias a ello descubrí la velocidad de la oscuridad.

VI
Tomo para no enamorarme de la muerte que a veces es tan bella como una copa de vino mediterráneo.

VII
Ulises murió a manos de una sirena llamada Penélope.

VIII
El mundo es gris porque esta parte del universo es el invierno de los dioses.

IX
¿Para qué sufrir? Mejor dormir y soñar con mundos de diamantes rojos en un cielo de almizcle.

X
Sándalo, un poeta músico del siglo XXX, era tan bello que su sangre tenía el poder del vino y sus ojos la fuerza del opio. Murió quemado por gente prosaica, amante del metal.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Utopía – Esteban Moscarda



A las víctimas de trata de personas

Primero desapareció una chica. Nadie dijo nada. Luego, desapareció otra. Nadie nada. Y otra y otra y nada y nada.
Y un buen día desapareció otra más. En principio, otro caso de violencia sexual, de esclavitud, de hijos de puta lucrando con aquello que no está en el comercio. Pero la gente está vez reaccionó. El cansancio y la bronca finalmente lograron movilizar al mundo, lograron despejar la niebla del egocentrismo, las brumas de la abulia.
Y entonces la gente comenzó a buscar, a exigir, a tocar puertas, a incendiar prostíbulos, a escupir a los que por acción u omisión permitían el infierno en la tierra. Nadie dejó de hacerlo, el país se paró y, poco a poco, los resultados se hicieron realidad, y las chicas desaparecidas volvieron a la vida que nunca deberían haber dejado y los hijos de puta vivieron en carne propia la humillación, la vergüenza, y sintieron el olor podrido de sus almas. El mundo, entonces, fue un poco mejor.
¿Utopía?
El Hombre es el único animal capaz de hacerla realidad. Y de vivir con ello…

Sonidos (hay mucho para escuchar)

Paraiso Perdido

Paraiso Perdido