a J. L. Borges
I
Ciudades.
Calles pavimentadas con oro.
Reyes que desfilan como idiotas.
II
Asterión se cansa de tejer laberintos.
Él no esta hecho para la piedra.
III
Es otro de los nombres del mundo.
IV
El vino
Promesa de los dioses
A los demonios que nos acompañan.
V
Jesús es el salvador
Pero yo no quiero ser salvado.
No puedo ser salvado.
VI
Dios me olvidó
En su estafa cotidiana.
VII
No pienso
No existo
Pero estoy.
VIII
Bailemos al son
De una lira disfrazada de negro.
IX
Libros, sinfonías, pinturas;
Nada que pueda detener
El paso raudo de ese viejito terrible.
X
Me dormí una vez y no desperté más.
2 comentarios:
Nadie quiere terjerlos y, sin embargo, la vida es un gran entretejido de laberintos constantes...
Saludos
J.
Ese viejito le pasa el trapito a todo el mundo... y nos va enterrando. Pero, son las reglas del juego.
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